Una aventura personal de Camarda expuso las falencias defensivas canarias y decretó el triunfo por la mínima en el Carlos Dittborn.
Sin funcionamiento futbolístico y sufriendo con las bajas por lesión. Juan José Ribera sigue sin darle identidad al equipo. San Luis perdió contra un rival directo y se estanca en la novena posición con 19 unidades.
San Marcos no tenía mucho para complicar a San Luis, sin embargo, el planteamiento del DT amarillo le dio un ofertón a los nortinos. Ante la lesión de Carreño, Ribera apostó por 2 centrodelanteros, con Suazo y Caballero.
El problema es que otra vez el mediocampo no logró tener la pelota ante un San Marcos que le entregó espacios. Carmona otra vez no fue determinante, ni como asistidor y menos en la marca. La falta de juego del “10” obligó a Díaz y Cáceres a jugar más contenidos, generando que Humberto Suazo y Mauro Caballero se alejaran del área tratando de generar juego.
Sin controlar el balón, en el minuto 39 llegó el único gol del partido. En pleno ataque de San Luis, Garnerone pierde el balón frente a Donadell quien con un pelotazo largo encontró a Camarda en la mitad de la cancha, desde donde encaró solo a los dos centrales de San Luis. Increíblemente esa aventura terminó en el 1-0 para el local.
Ribera no tuvo respuestas y, para peor, debió sufrir la baja por lesión de Mauro Caballero, siendo reemplazado por el luchador pero intrascendente Yerald Pinilla.
En el segundo tiempo quedó en evidencia otra falla del cuerpo técnico. Ninguna pelota detenida logró ni siquiera inquietar a los locales. Todos los tiros libres quedan a la creatividad de los ejecutantes sin un mayor trabajo. Los ingresos de Pavéz, Bustos y Aravena no lograron generar mayores ocasiones de peligro ni menos cambiar la imagen de la pobre actuación de los quillotanos en la puerta norte del país.
Ribera sigue sin darle identidad al equipo y tampoco, mostrar la solidez defensiva que ha sido una de sus fortalezas en su carrera. El próximo domingo San Luis recibe a Magallanes en Lucio Fariña a las 20 horas.
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