La hinchada canaria volvió para defender al club en el 1-1 frente a D. Temuco
Hacer un análisis del partido pasa a un segundo plano con el ambiente de este lunes en el Lucio Fariña Fernández. Más de mil personas, el primer día de la semana, en un día laboral habla de lo que significa San Luis para Quillota. Filas, gritos, sonrisas y hasta lágrimas pudimos ver en las tribunas amarillas.
Los canarios siguen peleando con lo que tienen. Mucha fuerza física, entrega y una serie de carencias futbolísticas patrocinadas por las personas que tienen la palabra a la hora de armar el plantel. El gol de Douglas Estay en el minuto 40 le dio justicia al marcador, con una jugada por el sector izquierdo, con una sucesión de paredes que terminó con el "marcador" definiendo en posición de puntero. Una muestra de que a falta de especialistas hay gente con hambre de ganar.
Los quillotanos aguantaron hasta el minuto 90. En la mitad Hormazabal y Cáceres ganan en confianza como dupla aguerrida, mientras que Diego Rojas está más claro a la hora de hacer jugar al equipo. No hay un centro delantero de calidad, ni especialistas por las bandas, por eso los cambios de Bozán solo marcan el declive del equipo. San Luis más que un plan hoy depende de la entrega física y el apostar al golpe por golpe.
El gol de Temuco marcado por Alegría, en el último minuto, es la falla a la que San Luis apuesta a no tener. Sin fuerzas a esa hora, el plan fue defenderse, y cuando apuestas a eso, no se puede recibir una pelota en el área chica sin que el central o el arquero salgan.
Dura enseñanza y dos buenas noticias: jugadores jóvenes comprometidos con la idea y los hinchas que dicen presente en la más difícil. La tare ahora está en los dueños. Sacar a los que no respondieron al cartel de refuerzos y traer nombres de calidad en los puestos donde el equipo necesita experiencia.
Próximo partido de San Luis es el sábado 28 de agosto en Talca ante Rangers, a las 17:30.
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