San Luis volvió del receso de Fiestas Patrias sin ritmo ni ganas, siendo superado por el aproblemado colista Curicó Unido.
No existe doble análisis ni excusa para este partido de los dirigidos de Francisco Bozán. Los errores en defensa superan los límites profesionales y hasta la entrega física mostrada en otros partidos desapareció. Más allá del calor con que se jugó, los 1300 fieles hinchas canarios merecían otra cosa.
El primer error de la tarde fue el planteamiento. Ante un Almandoz que juega de contragolpe, San Luis quedó como un equipo muy largo. Carmona, Larraín y Carrasco no lograron juntarse con Carreño y Garnerone, haciendo más fácil el trabajo defensivo de la visita.
En este papel, teniendo a dos posibles centrales rápidos jugando como laterales, la dupla Moiraghi - Pereyra no podía fallar y lo hicieron. En el descontrol del medio campo nadie interfirió a Meneses que con un pelotazo frontal, como el que nos condenó en Antofagasta en 2023, logró hacer dudar a los experimentados canarios y dejar a Sáez solo en el área para batir a Retamal.
En el segundo tiempo Bozán hizo lo que pedía el partido. Meter la pelota al área para Caballero, cambiar el mediocampo y alternar el perfil de los extremos. Así con Araya en la cancha San Luis se vio con más ganas haciendo figura al arquero rival, pero ya era tarde.
En el minuto 89 un contragolpe comandado por Sebastián Parada terminó en el 2 a 0 de Ortiz. Lo triste de este último balón es que más allá de las condiciones climáticas, hubo jugadores que volvieron trotando en esa pelota dejando a dos rivales solos entrando al área. Triste señal para los hinchas que con frío o calor no han dejado de estar en las tribunas.
Quedan tres fechas y la confirmación de la sanción a Barnechea. Sin embargo, la actitud deportiva de algunos jugadores hace que el descenso deportivo siga siendo posible y esto al parecer solo sería un daño para los fieles hinchas canarios.
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